Importación de un perro de Europa - parte 4. Aeropuertos y perros.
Lea la publicación anterior sobre la importación de un perro de Europa: parte 3 - Importar un perro: errores a evitar cuando se viaja con perros internacionalmente.
Estaba volando con un cachorro de 3 de Polonia a California con una conexión en París, Francia. Es difícil creer que en nuestro mundo moderno los aeropuertos y los perros sigan siendo incompatibles.
Una vez que haya pasado la molestia de registrarse, permanecerá con su perro (y la jaula) hasta que sean unos 30 minutos antes de la salida.
Recomiendan no alimentar ni darle mucha agua al perro antes del vuelo. Mi vuelo fue muy temprano en la mañana, mi cachorro tenía hambre y sueño. Tuve que matar más de una hora antes de mi vuelo, tratando de mantener a mi cachorro despierto y cómodo. El plan era cansarlo para que durmiera en el avión.
La mayoría de los aeropuertos no tienen césped ni áreas designadas para mascotas. El aeropuerto de Varsovia no fue diferente. Estaba marchando con mi cachorro arriba y abajo en el aeropuerto, saliendo de vez en cuando en caso de que necesitara orinar.
Aproximadamente 30 minutos antes de la salida, traje a mi cachorro para registrarme en el departamento de carga. Escanearon la caja sin el perro. Se le permite dejar comida y agua dentro de la caja para el viaje y algo de comida en el compartimento adicional de la caja (que fue útil más adelante). El cachorro se deja en la caja; comprobaron si la puerta se veía bien y llevaron la caja al avión. En este punto estaba corriendo hacia el punto de seguridad.
Llegar a París, el aeropuerto Charles de Gaulle, fue una pesadilla para nosotros. La aerolínea francesa requiere que todos los viajeros de paso con perros reserven una conexión larga y reclamen todo su equipaje. Mi cachorro llegó en un carrusel entre otros equipajes. Si no estuviera junto al carrusel para atraparlo, la caja se habría dado la vuelta, sin mencionar que rebotar y deslizar en el carrusel derramaron el agua restante dentro de la caja.
Aunque era solo un vuelo corto (Varsovia - París), mi cachorro de 3 meses estaba llorando por hacer pipí. Con todo mi equipaje y una caja, corrí al baño más cercano y ocupé un puesto para discapacitados. Mantuve algunos protectores de pañales en mi equipaje de mano. No puedo decirles lo contento que estaba de haberlos empacado para el viaje. Dejé que mi cachorro saliera al suelo del baño y un río de pipí en un pañal. Una almohadilla estaba totalmente empapada. Usé otro para limpiar el piso.
Antes del viaje, leí en línea que el aeropuerto Charles de Gaulle es un aeropuerto que admite perros y cuenta con áreas dedicadas a la liberación de mascotas. Tal vez sea cierto, pero el área de liberación de mascotas está solo en una terminal determinada. No en la que yo estaba. No está permitido ir de una terminal a otra con un carrito, solo puede traer maleta de mano. No hay un área de almacenamiento para dejar su equipaje y una caja; debe acompañar su equipaje en todo momento. ¿Cómo se supone que llevamos nuestro equipaje, jaula y mascota a una terminal con área de liberación de mascotas? El tiempo que teníamos antes de nuestra próxima extorsión de facturación para el vuelo de California, lo pasamos junto a las puertas del área de reclamo de equipaje (vea la foto de arriba).
Estar al aire libre animó un poco a mi cachorro, aunque no por mucho tiempo. Marchar por la acera no es muy divertido para un perro, mucho menos para un cachorro. Las esquinas de la pasarela y la pasarela en sí estaban cubiertas de orina seca. ¡El olor era horrible y repugnante! Obviamente no fui el primer viajero con un perro desesperado por un aire fresco para mi mascota.
El check-in para el próximo vuelo tampoco fue sencillo. Decidieron que mi caja no era lo suficientemente segura y sugirieron que tenía que comprar una nueva, que cumpliera con las pautas de Air France. La misma caja era lo suficientemente segura para volar de Polonia a París en la misma aerolínea. Lee mi artículo "Errores a evitar al viajar con perros internacionalmente”Sobre los requisitos de las cajas.
Y finalmente llegar a casa en San Francisco tuvo algunos desafíos más. En primer lugar, la línea de control de pasaportes era enorme. Pasé al menos una hora en fila y pude escuchar a mi cachorro llorar al otro lado del control de pasaportes. Realmente debería haber ido al frente de la fila, pero no lo hice. La jaula con el perro ya estaba esperando en el área designada. Mi cachorro lloraba y quería salir desesperadamente, pero tuve que esperar mi equipaje. Resulta que el control agrícola sacó mi maleta porque llevaba una bolsa abierta de comida para perros. En ese momento estaba listo para entregar toda mi maleta, pero solo sacaron esa comida para perros y salí corriendo por la puerta. En el momento en que el cachorro saliera de la jaula, nunca dirías que había pasado por tanto estrés. ¡Orinó como un caballo de carreras y estaba tan feliz! Lo llamamos Argo.
El siguiente artículo de esta serie es Costo para enviar un perro desde Europa.
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